Petroperú se saldrá con la suya, porque antes de terminar octubre se le transferirá por 2 años los lotes I, VI y Z-69. Nada habría que objetar si el proceso hubiera sido una licitación abierta y transparente. Pero fue lo contrario: un procedimiento opaco con dos irregularidades no menores.
La primera es la grosera maquillada de cifras que autorizó el Minem (Perupetro) para justificar que Petroperú tiene capacidad económica para explotar los lotes. Argumentó que no importa la creciente deuda que tiene con el fisco y que en los últimos 5 años haya promediado un margen de utilidad del 1.2% anual, sino que tenga activos (patrimonio residual).
La segunda es que ahora pretenden maquillar su capacidad técnica; porque para ser contratista de hidrocarburos, se necesita demostrar experiencia de 3 años consecutivos en Estudios de yacimientos, perforaciones y trabajos en pozos, operación de producción, recuperación, construcción de instalaciones, etcétera. Petroperú no tiene esta capacidad, por lo que debería asociarse con una empresa que opere actualmente lotes —lo que han descartado— o contratar a una “Empresa de Servicios Integrales Petroleros” para que se encargue de todas las operaciones de producción y mantenimiento.
¿Acaso contratarán a empresas de primer nivel que brindan servicios integrales, como Schlumberger y Halliburton? Conociendo a Petroperú, lo dudo. Veo más probable que contraten varias empresas como las de Samir Abudayeh, para almorzarse el presupuesto de operación y mantenimiento de los lotes. ¿Me equivocaré?