Josué Méndez, cineasta: “El público peruano ha puesto más el ojo en el cine peruano”

A los 15 años de edad visitó un penal. No tiene muy claro con quién fue, estima que entró con su madre. Adentro, en Santa Mónica, los esperaba una tía, que estaba acusada de terrorismo. Tuvo una condena de 10 años, la cual fue revisada y salió absuelta. Uno de los casos que vio el padre Hubert Lanssiers.

Josué Méndez vuelve con ‘El caso Monroy’. (Foto: Javier Zapata).

“Vi una cara que no era la que esperaba, y eso me marcó, porque conocí personas con muchos sueños, con ganas de hacer cosas”, me dice. Historias que guardó en la memoria, y unidas a la crónica sobre Ronnie Monroy que halló en Día de visita, libro de Marco Avilés, confeccionó El caso Monroy, su tercera película que llega 15 años después de Dioses, el filme que le siguió a la recordada Días de Santiago. Esta nueva cinta está en las salas de cine.

A los 10 años ya veía cine. Y como él dice, “de una manera no muy sana”. Veía entre cuatro y cinco películas diarias. Se lo recuerdo y lanza una carcajada. Luego dice “sí” con la voz baja, casi a un volumen culposo. Su sonrisa es sarcástica y su mirada escéptica. A esa edad, pensaba que podía ser psicólogo o ingeniero de sonido. Hoy es cineasta, realizador audiovisual, pero desde su lugar ‘psicologiza’ y narra con el sonido y el silencio.

-Subrayo este diálogo de la película, cuando un abogado dice: “el Poder Judicial es como un mercado. Un kilo de jueces, un kilo de fiscales”.

Lo que nos dejó la investigación fue que todo el entramado judicial al que todos estamos sometidos tiene poco que ver con la búsqueda de justicia o búsqueda de la verdad; y tiene mucho que ver con que todos quieran sacar su tajada.

-¿Has sido víctima del sistema de justicia?

Gracias a Dios, no. No quiero generalizar, pero la sensación que te queda es que está esa estructura en la que quienes salen perdiendo son aquellas personas que no tienen un apoyo legal, que no tienen dinero para acceder a una asesoría; muchos casos son extranjeras que están solas (como en la cinta).

-¿En qué estado de salud del cine peruano llega El caso Monroy?

Nunca es fácil la distribución de una película peruana. Siempre es cuesta arriba. Siempre es tratar de conseguir que a los cines les interese.

-¿De Días de Santiago a El caso Monroy no han cambiado mucho las reglas de juego?

Yo diría que no han cambiado nada. Algo que ha cambiado es que sí hay muchas películas peruanas, se estima que este año se han producido como 70 películas peruanas. En promedio hay más de un estreno a la semana. Las películas peruanas sí tienen su público y lo vemos en el Festival de Cine de Lima, donde las películas peruanas se repletan siempre, son las primeras que se agotan. Eso es un cambio en comparación con 10 o 12 años atrás. El público peruano ha puesto más el ojo en el cine peruano, tiene más ganas de verlo.

-¿Y eso es síntoma de que hay mejores películas?

Fuente: Peru21

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